Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 3, 43-59

43 Y se dijeron unos a otros: «Levantemos a nuestro pueblo de la
ruina y luchemos por nuestro pueblo y por el Lugar Santo.»

44 Se convocó la asamblea para prepararse a la guerra, hacer oración
y pedir piedad y misericordia.


45 Pero Jerusalén estaba despoblada como un desierto, ninguno de
sus hijos entraba ni salía; conculcado el santuario, hijos de extraños en la
Ciudadela, convertida en albergue de gentiles. Había desaparecido la alegría
de Jacob, la flauta y la lira habían enmudecido.

46 Por eso, una vez reunidos, se fueron a Masfá, frente a Jerusalén,
porque tiempos atrás había habido en Masfá un lugar de oración para Israel.
47 Ayunaron aquel día, se vistieron de sayal, esparcieron ceniza sobre

la cabeza y rasgaron sus vestidos.

48 Desenrollaron el libro de la Ley para buscar en él lo que los
gentiles consultan a las imágenes de sus ídolos.

49 Trajeron los ornamentos sacerdotales, las primicias y los diezmos,
e hicieron comparecer a los nazireos que habían cumplido el tiempo de su
voto.

50 Levantaron sus clamores al Cielo diciendo: «¿Qué haremos con
éstos? ¿A dónde los llevaremos?

51 Tu Lugar Santo está conculcado y profanado, tus sacerdotes en
duelo y humillación,

52 y ahí están los gentiles coligados contra nosotros para
exterminarnos. Tú conoces lo que traman contra nosotros.

53 ¿Cómo podremos resistir frente a ellos si no acudes en nuestro
auxilio?»

54 Hicieron sonar las trompetas y prorrumpieron en grandes gritos.

55 A continuación, Judas nombró jefes del pueblo: jefes de mil
hombres, de cien, de cincuenta y de diez.

56 A los que estaban construyendo casas, a los que acababan de
casarse o de plantar viñas y a los cobardes, les mandó, conforme a la Ley,
que se volvieran a sus casas.

57 Luego, se puso en marcha el ejército y acamparon al sur de
Emaús.

58 Judas les dijo: «Preparaos, revestíos de valor y estad dispuestos
mañana temprano para entrar en batalla con estos gentiles que se
han
coligado contra nosotros para destruirnos y destruir nuestro Lugar Santo.

59 Porque es mejor morir combatiendo que estarnos mirando las
desdichas de nuestra nación y del Lugar Santo.